Este año, he intentado, y he podido comprobar lo sencillo que es hacer esquejes de nuestras plantas. ¿por qué íbamos a necesitar esquejes? pues por muchas razones nos pueden venir muy bien, yo empece a hacerlos por inclemencias en el tiempo, ya que suelo cultivar en exterior y este año tuve un par de tormentas fuertes y en una de ellas se me llevo una planta por los aires, de la que además ya no tenía más semillas. otra de las razones por las que decidí hacer esquejes fue, para guardarme en macetas unas plantas que tenía en tierra, y todavía desconocía su sexo, así si eran machos, podría arrancarlos sin miedo de perder la genética para poder cruzar mis otras hembras.
Bueno vamos al tema, el único inconveniente que realmente tendremos es si intentamos esquejar nuestras genéticas autoflorecientes, ya que debido a su corto periodo de la fase vegetativa, los esquejes en caso de que cojan se quedarán muy pequeños, y como no podemos controlar su ciclo vital con el fotoperiodo, da igual lo que hagamos, cuando vayan a florecer, florecerán, así que descartadas estas variedades, vamos a ver cuales son los pasos que seguiríamos.
Lo primero será disponer de los elementos necesarios para poder efectuar la tarea, entre ellos el más importante, ya que nos ayudará a reducir el tiempo para que el esqueje tire raíces y así empiece a desarrollarse, serán las hormonas de enraizamiento como iclone, clonex, rootit, … luego también es importante un sustrato para poder poner los clones que hayamos hecho, un mini invernadero en donde podamos poner los esquejes y que pueda mantener una temperatura y humedad más o menos constante y por último un utensilio desinfectado con el que podamos hacer un corte limpio.
Para proceder, escogeremos ramas de la mitad inferior de la planta, ya que estas al ser mas viejas, tienen un sistema hormonal más desarrollado, luego escogeremos ramas con tres nudos ya que el nudo justo por encima del corte nos ayudará a que se formen las raíces, y los otros dos nudos, son los que desarrollaran las ramas y la propia planta.
Una vez hemos escogido las ramas que vamos a esquejar, con el utensilio previamente desinfectado, con un chorro de alcohol y un poco de fuego sería estupendo; cortamos por debajo del tercer nudo, y los colocamos en agua, para que no entre aire en los tejidos.
Antes de preparar los esquejes, preparamos los sustratos donde vamos a plantarlos, para esto puedes utilizar, lana de roca o jiffy de coco o turba, yo me decante por la lana de roca, pero cualquiera de ellos es bueno y sirve a tales efectos. para preparar los sustratos, hidrátalos bien con agua a la que puedes añadir un poco de estimulante de raíces con dosis muy bajas. Una vez bien hidratados escúrrelos hasta eliminar toda el agua sobrante y así que no se empapen demasiado los esquejes.
Ahora que ya tenemos los sustratos preparados y colocados en el invernadero, les podemos hacer un agujero con un punzón o lápiz para poder insertar luego el esqueje.
Para preparar el esqueje, debemos cortar las hojas de los dos nudos superiores por la mitad, así evitaremos que la planta pierda hidratación al haber reducido su actividad metabólica. En el último nudo cortaremos las hojas y las yemas y justo por debajo haremos un corte en 45º con respecto al tronco así aumentamos la superficie y facilitamos la absorción de agua, y lo raspamos ligeramente por esa misma zona, entonces pintamos con un pincel o sumergiendo el esqueje en la hormona enraizante hasta cubrir por encima del nudo que habíamos cortado. Y por último colocamos el esqueje en el agujero que previamente habíamos hecho en el sustrato, comprobando que queda bien erguido el esqueje.
Cuando hayamos colocado todos los esquejes en el invernadero, los pulverizamos levemente y tapamos el invernadero, para mantener la humedad, lo ideal es mantener este invernadero a temperatura constante entre 20º y 25º y con humedad del 90%, deberíamos revisar los clones a diario, y airear el invernadero, para renovar el aire, también para comprobar la humedad pulverizar cuando sea necesario, sin excedernos, o podríamos tener problemas con hongos o de putrefacción, y que los esquejes enfermaran.
Lo más habitual es que en unos 10 días como mucho, dependiendo de la variedad, veamos que se han desarrollado raíces, y entonces podremos ya plantarlos en el tiesto definitivo, no es recomendable, si cultivas en exterior, que este paso los saquemos directamente a pleno sol, sino que progresivamente los vayamos adaptando a la temperatura y sol que vayan a tener, para que no se estresen y mueran, ya que un cambio brusco, del invernadero a pleno solo con varios grados puede acabar con ellos en muy poco tiempo.